A muchos estudiantes les ocurre lo mismo: estudian para un examen, lo aprueban, pero semanas después han olvidado gran parte de lo aprendido. Esto no es falta de capacidad, sino una consecuencia natural de cómo funciona nuestra memoria. La buena noticia es que existe una estrategia efectiva para retener la información a largo plazo: la repetición espaciada.

Este método no solo ayuda a recordar datos por más tiempo, sino que también mejora la comprensión y la agilidad mental. A continuación te explicamos qué es la repetición espaciada, por qué es tan eficaz y cómo hacer repetición espaciada de manera correcta para aprovechar todos sus beneficios.

¿Qué es la repetición espaciada?

La repetición espaciada es una técnica de estudio que consiste en repasar la información en intervalos de tiempo cada vez más amplios. La idea es reforzar los conocimientos justo antes de que comiences a olvidarlos, lo que consolida la memoria a largo plazo.

Este método se apoya en investigaciones de la psicología cognitiva que demuestran que distribuir las sesiones de repaso es mucho más eficaz que estudiar de forma intensiva en un solo día.

En otras palabras, en lugar de releer tus apuntes durante horas, es mejor revisarlos varias veces en días o semanas diferentes, incrementando gradualmente el tiempo entre repasos. No se trata de estudiar más, sino de estudiar mejor.

¿Cómo afecta la curva del olvido al estudio?

La curva del olvido, propuesta por Hermann Ebbinghaus, describe cómo nuestra memoria pierde información con el tiempo si no la reforzamos. Según esta teoría, después de aprender algo nuevo, podemos olvidar hasta un 70% del contenido en 24 horas si no lo repasamos.

La repetición espaciada contrarresta esta curva, ya que cada repaso reactiva la información en nuestra memoria y fortalece las conexiones neuronales. Con cada sesión, el tiempo que tardas en olvidar se alarga, hasta que el conocimiento se afianza y se vuelve prácticamente permanente.

¿Por qué funciona la repetición espaciada?

La efectividad de la repetición espaciada se debe a varios factores:

  • Reactivación de la memoria: Al repasar de forma espaciada, obligas a tu cerebro a recuperar la información, lo que refuerza la huella de memoria.
  • Mejora de la atención: Espaciar el estudio evita la saturación mental y mantiene el interés por el contenido.
  • Consolidación en la memoria a largo plazo: Los repasos periódicos permiten que el conocimiento pase de la memoria a corto plazo a la memoria permanente.
  • Optimización del tiempo de estudio: Al centrarse en repasar lo aprendido justo antes de olvidarlo, se reduce el tiempo total necesario para memorizar algo.

Ventajas de la repetición espaciada

Adoptar la técnica de repetición espaciada ofrece varios beneficios claros para estudiantes de todas las edades:

  1. Mayor retención de información: Evita tener que reaprender constantemente lo que ya se estudió.
  2. Aprendizaje más profundo: No se trata solo de memorizar, sino de comprender mejor el contenido con cada repaso.
  3. Reducción del estrés y la procrastinación: Planificar el estudio y los repasos con tiempo evita la presión por haberlo dejado para última hora.
  4. Flexibilidad: Se puede adaptar a cualquier asignatura y formato, desde vocabulario hasta fórmulas matemáticas complejas.
  5. Mejora del rendimiento académico: Los conocimientos permanecen disponibles para exámenes futuros y situaciones prácticas.

Este tipo de estrategias pueden ser útiles para aquellos estudiantes que estén cursando los dos últimos años de Secundaria y quieran reforzar todo lo aprendido en esa etapa antes de enfrentarse a los exámenes IGCSE.

Cómo hacer repetición espaciada

Aunque la idea básica es simple, aplicar la repetición espaciada de forma efectiva requiere organización, constancia y pequeñas modificaciones según el progreso que se vaya observando.

Organiza el material de estudio

Antes de empezar, clasifica todo el contenido por temas o bloques pequeños. Esto facilita el repaso y evita la sensación de sobrecarga. Para ello puedes usar esquemas, tarjetas de memoria (flashcards) o herramientas digitales para dividir la información.

Agenda los repasos de lo aprendido

La clave de esta técnica de estudio está en el calendario. Un ejemplo sencillo de intervalos podría ser:

  • Primer repaso: 1 día después de aprender el contenido.
  • Segundo repaso: 3 días después del primero.
  • Tercer repaso: 1 semana después.
  • Cuarto repaso: 2 semanas después.

Con cada repaso, amplía el intervalo. Existen varias aplicaciones que pueden ayudarte a automatizar estos recordatorios, como por ejemplo Anki, Quizlet o Notion.

Monitorea tu progreso

No todos los temas requieren el mismo número de repasos. Anota qué partes dominas bien y cuáles aún necesitan más atención. Esto te permitirá optimizar tu tiempo y enfocarte en lo que realmente necesita refuerzo.

Haz ajustes en tu plan

La repetición espaciada no es rígida. Si un tema resulta especialmente difícil, adelanta su repaso. Por el contrario, si algo ya lo recuerdas con facilidad, puedes espaciar más los intervalos. La clave está en adaptar la técnica a tus necesidades reales.